¡Más peco por omisión que por acción! Es lo que me digo a mi mismo siempre. He intentado varias formas de ganar el éxito, en casi todas he fracasado. A pesar de todo esto, le sigo pidiendo a Dios que me apoye, me mande más oportunidades y fuerzas para seguir.
Para mí fracasar, es aprender, revisar que hice mal y volver a intentarlo. Nunca pierdo de vista mi sueño, que es a donde deseo tanto llegar. Ya me he dado cuenta que el fracaso trae grandes lecciones para mí, una de ellas es que al dar el paso e intentar nuevamente, grandes fuerzas cósmicas trabajan a mi favor. Más lo intento, más rápido conseguiré mi sueño.
Si sientes que haz fracasado, no te des por vencido, pues eso será una derrota. Primero muerto que derrotado. Sigue adelante, aprende, rediséñate. Hay un Dios arriba que toma nota de todo y paga con intereses compuestos la deuda que tiene contigo. El tiene la pluma y va sumando todos tus esfuerzos.
Si una gran lección saco de todo esto, es que es peor no intentarlo, es pecado no lanzarte. Quedarte pensando y lamentándote, solo lograrás estar paralizado: análisis es igual a parálisis.
Si algo te frena, pues revisa bien dentro de ti. Hay talleres hasta por internet que te ayudan a dar ese paso, a botar esos temores y sentirte fuerte en adelante. Busca asistencia psicológica que también ayuda, quizá estás arrastrando pesadas cadenas en tu inconsciente.
Mi meta es llegar al millón de cuentos vendidos, pues me gusta escribir. Sé que lo lograré. No lo tengo muy en claro como, sin embargo no me paralizo, solo sigo.
No te des por vencido, dale para adelante, date el gusto de fracasar y gana experiencia que te servirá para toda la vida.
Mi primer éxito literario es mi Best Seller Lulita la estrella marina. Puedes comprarlo en las Librerías Amazon.com.
No hay comentarios:
Publicar un comentario