viernes, 22 de julio de 2011

La ley de la Atracción

La ley de la atracción

¡Pide y se te dará! dijo Cristo alguna vez hace más de 2,000 años.  Ha pasado tanto tiempo de esto, que a decir verdad es algo difícil mantener el concepto vivo en nuestras mentes, pues cargados de tantos problemas, olvidamos los dones que encierra esta frase y de cómo podría cambiar nuestras vidas.
Cristo hacía referencia en dicha expresión a la ley de Dios, que la conocemos también como ley de la atracción. De hecho, a mi parecer, todos estamos conectados con el universo. Es bastante común escuchar comentarios como: "Justo pensaba en ti y me llamaste" o casos más sorprendentes aún, cuando una madre se pone nerviosa de un momento a otro y en ese instante recibe una llamada en la que le dicen que su hijo tuvo un accidente. Hay millones de casos. De seguro, tú que lees este artículo te ha sucedido.
Así como hay una conexión entre nuestros familiares y amigos, hay una conexión con Dios. En otras palabras, el universo está conectado en su totalidad y nosotros con él. Nuestros pensamientos, se conectan con el universo de Dios y se materializan. Lo que pensamos ayer, se vuelve realidad en el hoy. Aunque a veces nuestra realidad no nos agrada, debemos empezar a mejorar nuestros sentimientos, a fin que nuestros pensamientos sean cada vez más positivos. Solo así podremos obtener lo que queramos de nuestro señor padre.
Entonces, como hacerlo? Aquí debemos hacer nosotros  parte del trabajo pues nada viene de gratis. Debemos dar el primer paso. Si deseamos tener un auto en particular, se lo pediremos a Dios con mucha fe. Es muy importante saber que Dios reside en los detalles. Le agrada que le demos mucha información como la marca, el color, año y cierto lujo de datos.  Si solo pides un auto, sin dar mucha referencia del carro, cualquier automóvil podrás recibir, pues Dios o el universo no se va a detener a averiguar que es lo que realmente deseas.
Otra cosa importante en este punto, es que el más audaz de los deseos, así como el menos valeroso, viaja por la misma frecuencia al universo. 
Si es así, entonces Por que no pedir en grande?. Una vez escuché a un pastor inglés dar una charla en una iglesia evangelista a la que yo asistía con regularidad y dijo algo que nunca olvidaré en su buen español: Sean sinvergüenzas para pedir, pues a Dios le agrada que le pidan.
Luego de dar ese primer paso, pondremos algo más de nuestra parte para que el deseo se concrete. Si seguimos en el ejemplo del auto, nos vamos a un concesionario y pedimos subir al que nos agrada. Si es posible lo probamos, lo olemos, lo tocamos. Esto hará que diversas sensaciones fluyan de nuestro cuerpo al universo, como una antena que manda poderosas señales a nuestro padre.
El siguiente paso es creer que ya lo tenemos y agradecer día a día que es nuestro, así como corresponder también por nuestra salud, alimentación y el amor que nos rodea. Como me dijo una vez mi tío Francesco: “Si lo deseas, ya lo tienes”
Muchas veces sentiremos que nuestros deseos demoran en llegar. Si sucede así,  hagamos la idea que Dios tiene un lápiz en su mano y toma nota día a día de nuestros pedidos. Él aplicará intereses compuestos a la deuda, la que crecerá y llegará a nosotros en grande. Dios es todo poderoso y nos cuida como sus hijos. Comprobaremos que al final no se olvida y desea lo mejor para nuestras vidas.

Algunas frases célebres
Todo lo que somos es el resultado de lo que alguna vez hemos pensado
Da el primer paso con fe, no tienes que ver todas las escaleras, tan solo da el primer paso.
La batalla de la vida, no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero, por que tarde o temprano la gana, el que gana es el hombre que cree poder hacerlo.


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