Para mí niñocracia, es una especie de aburrido cuadro familiar, en la que se permite, que todo gire alrededor del niño. Se habla solo del niño, se come en el restaurant que él decide, se le presta toda la atención a él. Parece que el mundo girara alrededor del niño.
La niñocracia se genera, cuando un niño se le acostumbra desde edad muy temprana a hacer lo que él desea. Generalmente lo consigue a base de rabietas.
La niñocracia va naciendo desde que el niño o bebe, hace rabietas para conseguir un juguete o un chocolate. Años después, se intensifica cuando desea hacer lo que le da la gana y los padres no encuentran la forma de ponerle freno. Algo así, como soltar un camión en una cuesta. Al principio irá lento, luego no habrá forma de detenerlo.
Un ejemplo de niñocracia en un típico diálogo de padre y madre es:
Vamos a comer un ceviche? Dice el padre
¡Sería ideal! contesta la madre.
El niño agrega: Yo quiero Bembos, Mac Donalds.
La madre increpa al marido: Vamos al Mac Donalds pues a él le gusta.
El padre dice: A mi me gusta el ceviche, no tenemos que hacer todo lo que él dice.
El niño hace la rabieta.
La madre le dice al padre: ¡Pobrecito, ya está llorando!
Los padres lo llevan al Mac Donalds.
El niño ha ganado una gran batalla. Dio un paso más por encima de ellos. La próxima vez no le será tan difícil convencer a sus padres de hacer lo que le da la gana. Los padres en muchas oportunidades, terminan con la cara larga.
Ese tipo de comportamientos se corrigen desde pequeños. Cuando hacen una rabieta, uno debe mirarle a los ojos y tranquilizarlo, hablarle, haciéndole entender la razón por la cual no le puede dar lo que él quiere siempre. Es necesario agacharse a su nivel para hacer contacto visual. Haga lo posible para que su hijo comprenda lo que usted le quiere explicar. El niño debe dar signos de afirmación con la cabeza, en forma verbal o con los ojos. Es importante saber que le comprendió.
Otra forma de niñocracia, es que muchas parejas creen que todos los fines de semanas, deben salir fuera de casa para satisfacer al hijo.
El niño dice: quiero salir a la calle.
Los padres cansados salen de la cama, para satisfacer al niño.
Aprendamos a relajarnos en casa y descansar. Juguemos juegos de mesa y compartamos con el niño buenos momentos. Que se de cuenta que tiene una familia con quién estar y ser feliz. Hay hermosas películas para compartir con nuestros hijos, ir al parque de la esquina, montar bicicleta por el vecindario etc. La vez pasada salí con mi hijita a recoger hojas secas por el parque en una canasta. Eso le gustó mucho.
No ceda fácilmente ante la rabieta de un niño. Corríjalo, aprenda a negociar con él. Usted es padre, trabaja, se saca el ancho y merece pasar buenos momentos en familia. Sepa de una vez que el mundo no gira alrededor de los hijos. Usted es el principal protagonista de su propia vida. También les digo, que el tiempo que se les pueda dar a los hijos, sea de calidad. Entréguese a ellos, dando lo mejor de sí, en ese poco tiempo que podemos pasar con ellos.
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