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sábado, 12 de octubre de 2013

Tour al Colca Arequipa Perú


A dos horas de Arequipa, rumbo al Colca
Lo primero que debes hacer es coordinar con un agente de viajes. Yo lo hice a través de la Agencia de viajes Lumont de la señora Lucy Montanchez. Ella hizo todo el trabajo para que yo solo pasee y me descontamine de la ciudad de Lima y de todo su ajetreo. ¡Perfecto pensé!

 Todos los hoteles y traslados lo coordinó ella. Mira su web y anímate a viajar, soñar y ser libre por unos días.

Salí de Lima en avión y estuve en Arequipa alrededor de 1 hora. Me hospedé en el Hotel Helena a unos 10 minutos del centro. Dormí allí tres noches mientras estuve en la FIL Arequipa o feria del libro. Soy escritor como te darás cuenta. Apenas llegó el día domingo por la mañana, me fui al Hospedaje de la Abuela. Este es un hotel estupendo, rodeado de áreas verdes y piscina en pleno barrio de San Lázaro. Mira tú mismo aquí. La habitación cuesta alrededor de $50 dólares, con desayuno Bufett. El otro hotel Santa Helena cuesta 80 soles. O $25.00 dólares.

De allí salimos al colca. La agencia Giordino Tours que se encarga del tour nos llevó a lo que sería una de las experiencias más hermosas de mi vida: disfrutar de paisajes  increíbles, la gente, la comida, los valles con sus alpacas, vicuñas, burros y todo lo que puedas imaginar.

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En el tour íbamos algunos ingleses, una pareja de daneses Paula y Sander, una pareja de austriacos, otra pareja de americanos y yo el único peruano.  Todos hablan inglés.  Salimos alrededor de las 8.00 am para hacer visitas durante todo el día y llegar al Hotel alrededor de las 7.00 pm para dormir.

 Saliendo de Arequipa el paisaje se vuelve poco colorido en vegetación, por motivo de la altura. Solo montañas y más montañas con algunos sembríos de ajo y cebolla. Aquí a una hora de Arequipa, ya se ven las primeras vicuñas y alpacas. También algunos manantiales donde ellas beben agua y donde habita una variedad de aves. Algo que llamó mi atención fueron unos patos negros de escaso tamaño que nadaban indiferentes en la laguna.

En el camino se pueden ver cerros con enormes rocas, como si alguien las hubiese puesto allí. Estas van en fila y por encima de toda la montaña. Paul y Sander los chicos holandeses son muy conversadores y amables. Toman fotos admirados de todo lo que ven.

Como a las dos horas de la ciudad de Arequipa, llegamos a un lugar desolado donde preparan té. Este consiste en hierbas como la muña, la coca y ya olvidé la tercera.  No importa. Muy buena para la altura. Sabe mejor incluso, cuando uno está acompañado de tan amables turistas. Allí había un caño de agua fuera de la casa. A la intemperie. Este goteaba cristalinas aguas hacia la tierra, proveniente del deshielo de las montañas. El agua es pura.  Aproveché para tomar un poco y mojarme la cabeza.
Allí conocí a Birgit una alemana que se mostró super chévere todo el paseo o en otro decir muy amable. Nadie parece estar corrupto de la bulla de la ciudad, de su stress y de la extrema rapidez con la que se mueve. Aquí el tiempo solo pasa lento. Nadie mira el reloj. Todos sonríen, todos agradecen a Dios el poder estar sanos y ser partícipe de lo maravilloso del universo. Hoy es mejor que mañana para viajar. ¡Repítase eso!

Más adelante paramos en un lugar que hacía mucho viento. Allí había algunas mujeres de la zona que ofrecen telares maravillosos, hechos por ellas. También finas prendas de alpaca a un precio ridículo. Cerca de allí había numerosas torrecitas de piedras. Se dice que al ponerlas una encima de otra, te permite pedir un deseo. Qué mejor lugar que ese, donde Dios y la naturaleza está más cerca de uno, donde tu alma brilla. De inmediato hice la mía. Un deseo más de los varios que se me han cumplido.

Hotal Mamayachy Arequipa
Luego llegamos a almorzar al Hotel Mamayachy en el pueblo de Coporaque. Ya estábamos cerca de Chivay. Allí nos dieron almuerzo bufett , además de alpaca a la parrilla. Comimos de todo.

Luego, nos esperan  las hamacas o las sillas que hay fuera, donde se ve todo un valle lleno de montañas. Todo  es paz y tranquilidad. Solo se escucha el viento pasar y recuerdo aquella canción que titula Sound of silence. Me hice un té y me quedé robotizado impresionado, respirando profundo y deseando que nunca se acabe.

Cañón del Colca aún no tan profundo



Rato después por la tarde, nuestra guía Erika, me ofreció ir a caminar por los alrededores. Fue entonces cuando empezamos a subir por un estrecho caminito de tierra alrededor de un cerro que tiene una enorme roca en el centro, tan grande como para que pase un barco. La vegetación y las aves las hay de todo tipo. Incluso vi el gorrión que es muy común en la costa de Perú. Allí llegamos a un mirador donde se ve el valle completo con el Hotel donde almorzamos. ¡Impresionante!





Bajamos de allí pues ya nos esperaban en el bus un grupo de turistas. La siguiente parada  la haremos en unos baños termales. No imaginé que me divertiría tanto allí. Continuaré la historia en mi próximo capítulo: BAÑOS TERMALES EN UMARU AREQUIPA.

sábado, 16 de febrero de 2013

Mi visita al Castillo de Chancay

¿Se acuerdan que les conté mi relajada visita a Barranca? Pues luego de comer tan rico, pusimos dirección a Lima, con la finalidad de llegar a Chancay.
Frente se hundió la Covadonga
Chancay está en la costa al norte de Lima, camino a Barranca. Allí frente al mar hay un castillo hermoso tipo medieval. Este fue construido en 1925, por encargo de Consuelo Amat, luego de la muerte de su esposo. La construcción duró algo de diez años. Consuelo Amat vivió un tiempo en Europa según leí y eso la influenció para construir semejante castillo.
Eso nos es todo. Frente al castillo de Chancay, allá por el año 1,880, fue interceptada por un torpedo peruano, la goleta chilena Virgen de la Covadonga. El torpedo no es como los de hoy en día. Un peruano acondicionó un bote bomba, lleno de pólvora y otro más que servía de engaño o señuelo. Ambos botes fueron mandados desde la costa rumbo a la goleta chilena. La goleta empezó a dar de cañonazos a ambos botes, derribando el que no tenía nada. El bote torpedo se estrelló en el barco chileno, hundiéndola en 2 minutos.
Vista desde el castillo de Chancay
Por la poca profundidad del mar, quedaron los palos fuera del agua, donde se aferraron cerca de 40 marineros. Tengo entendido que aquel barco fue fabricado por los ingleses, tanto igual que la fragata peruana Amazonas, de mayor envergadura. Leí alguna vez que la fragata peruana Amazonas fue construida con alrededor de 4,000 árboles ingleses. Todo un bosque al fondo del mar. ¡Desperdicio!!! Realmente. De no ser así espero ansioso  vuestros comentarios. No soy historiador.
En el castillo de Chancay ofrecen también un vino borgoña, joven y frutado. Vi que la gente lo consume con gran alegría. En verdad no hay trago que te ponga triste.
Esta vez vi el castillo algo deteriorado. Había partes donde ya no se podía transitar. Recordemos que este castillo representa turismo e historia. No cometamos los mismos errores de atraer al turismo con instalaciones en mal estado. Eso no funciona hoy ni nunca. Pido a Dios se mantenga el castillo de Chancay como se lo merece.
Atardecer en Chancay Perú
Una de las cosas más maravillosas que se ve en el norte de Perú, es que tiene un sunset diferente. Es muy hermoso. Ilumina casi todo el cielo por largo rato.









 
 
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viernes, 15 de febrero de 2013

Un jueves en Barranca Perú

Llegando a la Playa Chorrillos en Barranca Perú
Oscar Prieto Ramírez en Barranca
Me encanta salir fuera de la ciudad días de semana y relajarme, huir, desprenderme del ruido y de la computadora, la que cada vez me deja más ciego, por escribir tanto cuento.
Con mi hermana Cecilia que está de vacaciones, nos fuimos hacia el norte de Lima o norte chico, acompañados de nuestros críos. Esta vez Lulu mi esposa se quedó trabajando, lo cual facilitó que pudiésemos salir temprano y disfrutar el día. Hay Lulu!! Por qué te demoras tanto siempre???
Tacu Tacu de Tato en Barranca Perú
Nuestro destino era almorzar en Barranca alrededor del Km 200 desde Lima, en el reconocido restaurant Tatos. Allí se almuerza Tacu Tacu de mariscos o de pescado, maravilloso plato que alcanza para dos hombres o cuatro mujeres. Uno almuerza allí, mirando el hermoso mar de la playa Chorrillos, que está frente al restaurant. Luego de almorzar, llevamos nuestras sillas de playa a la orilla. Nuestros niños juegan en la arena, felices de no tener que ir al horrible colegio, nido, presidio o similar. El sol quemaba alrededor de los 30 grados centígrados !Mucho calor! Llevamos una sombrilla afortunadamente ¡Hombre precavido vale por dos!
Playa Chorrillos en Barranca
Me encanta sentarme y mirar el mar, callado, oliendo su salado perfume, mirado los pelícanos volar uno detrás de otro, aprovechando la turbulencia que trae la ola antes de reventar, para planear y descansar sus alas. Luego que la ola revienta, todos uno a uno empiezan a agitar sus alas hacia el horizonte, con la finalidad de pescar otra ola y usar nuevamente sus beneficios, una maravilla. Los observo mucho. Luego volteo la mirada hacia los niños, feliz me siento verlos jugar en la arena o en el mar, lejos de la TV, juegos y demás tonteras. De cuando en cuando, cierro los ojos, escuchando el melodioso ruido de las olas, para dormitar, ser feliz y recordar mis verdaderas raíces, la madre naturaleza.

María Pía y Alessia.

De bajada hacia Lima, paramos en el Castillo de Chancay, donde les narraré una interesante visita, la cual he repetido varias veces en mi vida.
La arena no se come mi cielo







!Ya estoy loco por regresar a Barranca!




Con mi obra Lulita
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miércoles, 6 de febrero de 2013

Vacaciones en Nuevo Paracas Perú

Cinco maravillosos días en Nuevo Paracas, Perú que me llenaron de vida, paz y desconexión total.
Nuevo Paracas es un condominio privado junto a la maravillosa reserva de Paracas.  Desde Lima hay una distancia de 250 kilómetros aproximadamente.
Frente al condominio de blancos edificios con vista al mar, hay un muelle con una pérgola al final. Todo de madera. Muy hermoso. Por las noches encienden un potente foco que apunta hacia el mar, abarcando unos diez metros cuadrados de luz. Allí se posan decenas de gaviotas y pelícanos que aprovechando esa luz en la oscuridad, descansan y aprovechan para pescar.
Durante el día, la gente permanece en la soleada playa privada del condominio, descansando en sus perezosas, bebiendo algo, siendo felices, pues hay un bar en la playa. Dichoso sea Dios.
Realmente la playa allí es de piedras, pero en el condominio se las arreglaron para hacer un área solo de arena o concha picada, lo que le da un color muy claro, parecido a la arena del caribe. Si uno desea bañarse en el mar, lo mejor y más aventurero es ir al muelle y saltar al agua. No es muy alto. Otros prefieren usar las escaleras y bajar al agua lentamente. Por las tardes sube la marea y el viento aumenta. La gente igual permanece cerca al mar azul. Es de saber que Paracas se caracteriza por sus vientos y hermoso sol a la vez.
 Lo especial de esto también, es que delante de la improvisada playa de arena hay piscinas, las cuales son usadas por los niños y algunos adultos. En otras palabras, los niños están frente a tu vista siempre, entre las sillas donde uno se sienta y el mar.  Detrás del condominio existe otra piscina enorme, sin embargo es mejor permanecer frente al mar.
Que decir de los departamentos. Hay hasta dúplex como el que yo fui. Tiene yacusi, parrilla, lavandería, además de 4 dormitorios.

Puesta de la luna en mar Paracas

Otra maravilla de Paracas!! El cielo por las noches es espectacular. Muy estrellado. En la madrugada la luna se pone en el mar, de color naranja semejante al sol, maravilloso.
¡Anímate viajero a venir a Nuevo Paracas!




viernes, 23 de diciembre de 2011

En el puerto de Yurimaguas Parte 2

Capítulo 2. En el puerto de Yurimaguas


En Yurimaguas en el barco Eduardos

Llegamos en una taximoto al puerto de Yurimaguas. Hay mucho desorden y lodo por todos lados, pero en fin, pasamos entre decenas de personas que ofrecen hamacas, platos y tenedores, tal como si estuviese uno en un mercado. Pronto sabría para qué ofrecen todo eso. Muchos otros sacaban mercadería de los barcos o lanchones, tales como plátanos, frutas en general, cajas y hasta autos. Mi amigo Henry nos dijo: bueno chicos tenemos que tomar ese barco para que nos lleve a Iquitos, íbamos a navegar alrededor de 2 a 3 días hasta llegar a Iquitos, sin imaginarme la peor pesadilla que viviría por espacio de una hora dentro de ese barco.
El barco en cuestión, se llama Eduardos, que es una flota de barcos que llevan gente y carga. No tienen camas. Uno debe comprar su hamaca, su tenedor y un plato, pues en el barco solo preparan la comida. Una vez que subes, amarras tu hamaca donde puedas y  debes dormir junto a decenas de personas.   Yo ronco como una mula. No dudé que terminaría asesinado por un charapa trasnochado o de seguro por mis propios amigos.
El carnicero Motta feliz de su gran hazaña
Apenas subí,  casi me da embolia. Había decenas de personas acostadas en sus hamacas. Había que pasar entre ellas para llegar a ver si había algún sitio para nosotros. ¡Por Dios! me dije a mi mismo, ¿Es aquí a donde voy a viajar?
Me encontré con un par de señoras inglesas algo mayores y me dio lástima por ellas, pues ya me podía imaginar lo que serían los baños. Qué vergüenza  me dije. Pobres turistas. No existe en el barco, un área de descanso, para contemplar la maravillosa selva. Solo hacia los lados de las hamacas, existe una larga franja para mirar, entre el techo y el supuesto dormitorio, que en caso de lluvia se tapa con una lona. Si llueve, laca, pues en adelante solo verás hamacas en medio de la oscuridad. "Bueno, beberemos todo el trago posible para relajarnos" pensé. Nos acomodamos los cuatro en tres metros cuadrados, creo, junto a varias cajas de frutas.  La gente pasaba y pasaba junto a nosotros porque a continuación estaba el mal oliente baño. Algunos incluso pasaban, arrimando de mala manera las hamacas que se le cruzaban por el camino. Coletti y Henry dijeron entre dientes, una más y al próximo lo arrojo al río.
¡Señor! me dije a mi mismo, ¿Así viajaré dos o tres días?  El sol era intenso, más aún la sensación aumenta, cuando hay tanta gente a tu alrededor. El río, más allá del congestionado puerto, se veía hermoso y rodeado de la bella selva.
Coletti, tu risa lo dice todo
Los cuatro amigos éramos unas lápidas. Nadie parecía querer vivir en ese momento. Empecé a mirar cómo la gente seguía subiendo a pesar que todo parecía lleno. Señor haz un milagro me dije: que se hunda el bastardo barco, que se hunda de una vez. De pronto, un niño en pañales pasaba entre mis pies. Casi me arrojo al río. ¡Qué desilusión!
 Dicen que Dios escucha y ese día escuchó cada lamento de nosotros y se compadeció de esos cuatro patas viajeros, que tenían ganas de soltar toda rienda posible.
El cielo se abrió totalmente y una luz hermosa  se dejó ver. Un barco de color blanco según recuerdo entraba lentamente al puerto, como modelando antes todos. Parecía un crucero aunque estaba lejos de serlo.  Era tan grande como el nuestro, pero a diferencia, este brillaba como si Dios lo manejara. Noté allí mismo, que la cubierta superior estaba vacía.  Tenía una cubierta inferior bajo techo, con algunas personas echadas en sus hamacas. En la cubierta superior el techo solo cubría la parte donde se podía dormir, dejando libre la popa a merced del increíble sol, allí se dejaba ver claramente una mesa con algunas sillas. Me quedé soñando largo rato imaginando nuestro  bar en aquella mesa y nosotros divirtiéndonos bajo el inclemente  sol todo el camino.
Vista del Barco de Dios esperándonos.
“Maravilloso hubiese sido estar allí” me dije cabizbajo.  Al rato veo que una lancha se acerca a nuestro barco, que dicho sea de paso, este no salía nunca. Encima de la incomodidad, se tarda lo que le da la gana. Ya la gente empezaba a silbar y gritarle cosas al capitán, golpeando el piso fuertemente con los pies. Ya cuando estaba desanimado y hecho a mi realidad, sucedió el milagro. Dios no  nos abandonó. ¡Tenía una misión para nosotros!
En un instante,  Mi amigo Henry que se había desaparecido sin que nos demos cuenta,  regresó alborotado y dijo: desarmen sus hamacas rápido. Nos vamos al otro barco.
¡Qué! No lo podía creer. Henry se había dado cuenta que aquella lancha que llego a nosotros, era del barco de Dios. Sacamos nuestras maletas también y nos trepamos a la lancha, chau Eduardos, ya saben que puede hacer con sus barcos. !Al abordaje!
!Continúa!

Mi obra Lulita y yo.
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domingo, 30 de octubre de 2011

Mi viaje a Cajamarca Parte 2

Mi viaje a Cajamarca Parte 2
Visita a la Granja Porcón.
Hacía años no veía tantos árboles de pino, alrededor de la carretera y en las verdes montañas. Fue como estar en Europa o quizá los Estados Unidos. Los cerros alrededor de la granja Porcón e incluso de la mina de oro Yanacocha, están rodeadas de hermosos pinos, pues se han sembrado muchísimos y por cierto, va acompañado de una tala responsable, consiente y segura para el medio ambiente.
La pista está totalmente asfaltada. De camino a la mina Yanacocha, esta va de subida siempre. Luego, en dirección a la granja la pista va de bajada. El viaje dura una hora aproximadamente en auto, desde Cajamarca a la Granja Porcón. El cielo alrededor es azul con blancas motas de escasas nubes. Salvo que llueva, se tapa el cielo de gris.
Alli en Porcón, habita una comunidad evangelista.
Tienen su iglesia, restaurant, colegio y todo para vivir una vida tranquila y cómoda. Estacionamos la camioneta dentro, frente a un restaurant. Los platos son baratos y hay una gran variedad. Vea la foto de parte de la carta.
Pasamos por unos talleres de artesanos. Fuera una Sra. teje un telar. Dentro, hay  máquinas de madera con decenas de lanas e hilos, listos para ser confeccionadas las hermosas y coloridas prendas andinas. 
Luego, entramos a otro salón, donde maestros del arte, trabajan diversos tipos de muebles, con la madera de pino, extraída disciplinadamente, para no dañar el medio ambiente. Hermosos muebles, toman forma en esos talleres.
Tenemos la suerte, de tener los mejores artesanos del mundo aquí en Perú.

Ahora, al zoológico. Con mi amigo Felipe y su hijita Cayetana, hermosa como un colibrí, recorrimos el fantástico lugar lleno de animales de todo tipo. Había un león o quizá dos, otorongos, pumas, venados, osos de anteojos en peligro de extinción, varios tipo de roedores como el majás, un zorro solitario, al que ojalá encuentren una pareja.
Hacia el lado superior del zoológico, arriba de las montañas, se ven los albergues de color rosa, bien implementados para recibir al turista. No he tenido el placer de quedarme allí a dormir. Tengo planes de ir en enero, que es la época de las lluvias, truenos y relámpagos.
Más adelante se ve, una tremenda variedad de aves como el cóndor, gallinazos, águilas de varios tipos, varios tipos de gallinas, pericos, loros, guacamayos. Ya para terminar el recorrido, llegamos cerca de una laguna, donde hay gran variedad de gansos y patos.
A la salida o entrada de la granja Porcón, hay tienda de venta de quesos, yogurt, mantequilla y toda variedad de lácteos. Allí compré el queso mantecoso más rico que hubiese podido probar. No por algo Cajamarca es Cajamarca en quesos y leche. Es como Suiza. Verdes pastos y hermosas montañas. Me tomé un litro de yogurt. A mi ratoncita Cayetana, le encantó. Que decir de su padre Felipe, que podría almorzarse media vaca, hombre de buen diente como yo. Mientras probamos varios tipos de quesos, compramos de todo, hasta el riquisisísimo manjar blanco.
Entra aquí para ver: Imágenes de la Granja Porcón
Para comprobarles de que hablo cuando digo que mi amigo y yo, nos encanta comer como hombres de caverna, les mostraré en fotos, lo que almorzamos ese día.
El restaurant queda en la ciudad de Cajamarca. La dueña es una Sra. que atiende con sus hijas o al menos eso me pareció. Se llama La Campiña, que queda en Hoyos Rubio 1800 camino al aeropuerto. Re contra bueno el lugar.
Pedimos rocoto relleno, chicharrones de chancho, chancho al horno y una Inca Kola para tomar. Había carnero al palo, seco de cordero con frijoles etc.
Una locura. Necesitaba dos estómagos como tiene mi amigo. Le tomé fotos a los platos y a la carta. Recomiendo el lugar. Tiene las 3 B. Bueno, bonito y barato.



 Bueno a comerrrrrr rico y barato como se como ene el Perú.
Debo agradecer a mi obra Lulita la estrella marina ya que por ella viajo por todo el Perú.
Pronto mi obra Lulita la estrella marina versión Virtual Ver Google

martes, 23 de agosto de 2011

Nuestro problema de Alienación
Según diccionario alienación significa la pérdida de personalidad, la identidad y las ideas propias de una persona o de un grupo de personas debido a la influencia de otras. Es como considerar que otros son mejores que nosotros por su raza, nivel socio económico, religioso, buscando plagiar la forma de vestir, hablar, pensar, actuar, olvidando completamente nuestra real forma de ser, obviando nuestras raíces, como si nos avergonzaran.
Desde el colegio vengo escuchando esa palabra en tono de burla hacia algún compañero, en ese entonces, sin imaginarme que yo sería víctima muchos años después de esa expresión. Cuando escribí mi primer cuento llamado Lulita la estrella marina, hace poco participé en la Feria Internacional del Libro 2,011 en Lima. Cabe mencionar que para ese entonces yo me sentía muy digno de mi libro, pues había sido catalogado por algunos medios de prensa como la versión latina del Principito o el Principito latino, por mostrar algunas semejanzas.
Saqué copias de un par de notas de periódicos, que hablaban de mi obra y daban fe de tal comparación. Se las mostré a los periodistas de algunos canales de tv, reiterándoles que la obra era echa en el Perú y que los peruanos, éramos capaces de hacer las cosas bien. Víctimas de sus problemas de alienación, fueron corriendo a entrevistar a otros escritores como venezolanos, chilenos, etc. Lo cierto es que comprobé yo mismo y un colega escritor que estaba allí, que aquellos periodistas aman lo extranjero. No les importa que escriben o que tan violento o sexual sea el libro, porque ni lo saben, no tienen idea, lo que importa es entrevistarlo porque es mejor que nosotros, es extranjero y vienen a hacernos un favor estando en nuestra feria.
Lo cierto es que no tengo ningún problema con que se les facilite los medios de prensa a escritores extranjeros, ya que tienen todo el derecho, lo que nos molesta a algunos escritores peruanos es que nuestros propios compatriotas periodistas nos saboteen dándonos la espalda, en nuestra propia tierra o casa, creyendo que nosotros somos inferiores.
Este es tan solo una raya más al tigre en los temas de alienación que sufrimos día a día.  Espero que podamos combatirlo y quizá frenarlo, haciendo saber a nuestros niños que los peruanos somos especiales y únicos. Ya tenemos varias pruebas de que lo somos.
¡Arriba Perú! El mundo entero ya sabe de nosotros.


martes, 9 de agosto de 2011

Reflexionando sobre nuestras Fiestas Patrias

Reflexionando sobre nuestras Fiestas Patrias
Tuve la feliz oportunidad de venir hasta Arequipa a participar de un evento literario en la Alianza Francesa, donde pasaría también las fiestas patrias.
La ciudad es hermosa y bastante limpia, cosa que da gusto ver. La plaza está ordenada de escarapelas gigantes, cientos de palomas comiendo lo que les dan. Hay muchos turistas alrededor, tomando fotos, sentados en la catedral leyendo, otros paseando en buses de dos pisos y en común, deslumbrados por tanta belleza que adorna la ciudad.
Los Claustros
Me refiero por ejemplo, a la Catedral de Arequipa construida en el siglo XVII, donde alberga un órgano de origen belga de calidad extraordinaria. Solo quedan diez en el mundo en excelente estado como el de Arequipa.  En Cali hay otro, sumando dos los que hay en Sudamérica. Muy cerca de allí están Los Claustros, que fueron construidos por los Jesuitas en 1660.
También uno se puede transportar a otra época cuando visita el antiguo Barrio de San Lázaro, que mantiene sus estrechas calles al estilo europeo. En dicho lugar se establecieron los sacerdotes dominicos en 1,538 y construyeron una ermita para la evangelización de los nativos.
Esto, es tan solo una parte de todo lo que tenemos en riqueza arquitectónica en nuestro país, aparte de una milenaria historia que pocos países pueden mostrar. Dicho patrimonio cultural, lo tenemos a lo largo y ancho de nuestro querido Perú.
Entonces debemos reflexionar sobre algo. Teniendo tanto que exponer y estar orgullosos de nuestra tierra,  Por qué razón cometemos tantos atropellos contra nuestro Perú, aquel que nos acoge y saca pecho por nosotros?
En el día a día, veo personas que comen un plátano o una mandarina y arrojan las cáscaras a la ciudad. Es común ver como una botella plástica de gaseosa es arrojada por la ventanilla de un auto o un bus. Papeles de todo tipo como envoltorios de galletas, helados y demás, son arrojados constantemente a la calle por donde transitamos todos los días. Lo peor, es que muchas veces delante de nuestros hijos lo hacemos una y otra vez, los que aprenderán a ser los futuros saboteadores de nuestra bella ciudad.
Lo  más vil aún, es que nuestra destrucción llega a niveles mayores, tales como pintar la piedra de los doce ángulos en Cuzco o dejar nuestra firma en cualquier complejo arqueológico que podamos, como si estuviésemos en guerra con nuestro propio país. Eso demuestra el bajo nivel de cariño que tenemos hacia nosotros mismos y que lo extendemos a todo lo que nos rodea.
Como una enfermedad que llevamos dentro, se hace perceptible cuando decimos frases como: ¡este país! Gente de todo tipo lo dice, incluso la he escuchado de los padres de la patria.  Empecemos a corregir dicha frase y empecemos a decir: ¡Nuestro país! Sintámonos orgullosos de ser peruanos y de decirlo abiertamente. Mantengamos nuestro país limpio y ordenado.
Reflexionemos de estos días de fiestas patrias, en el cumpleaños de nuestro Perú. Que le vamos a regalar a nuestra patria cada uno de nosotros los peruanos?
Empecemos guardando ese papelito en nuestro bolsillo, hasta ubicar un tacho de basura o hasta botarlo en nuestra casa. Demos el ejemplo a nuestros hijos y a la vez a nuestros queridos turistas que nos vienen a visitar. No olvidemos que ellos tienen todo el derecho a rodearse de una ciudad limpia, como también nuestros hijos, vecinos y amigos.